Mi hijo se ve distinto al resto.
Si lo comparo con los demás parece pequeño, lento, indeciso.
Pero yo no lo veo así,
porque para mi todavía es solo un niño
y todos los niños son distintos,
hay algunos que crecen rápido, otros lento,
algunos que son hábiles, otros veloces, otros decididos.
Es por eso que no me preocupo tanto
de su andar cansino y su crecimiento desacelerado,
porque todos los días aprende algo nuevo,
reacciona y se hace espacio entre los demás niños.
Así, todos los días mi lento niño gana centímetros,
y yo aprendo con él,
que hay distintas maneras de crecer y estar vivo,
porque mi niño hoy es pequeño, pero algún día,
con suficiente pasión y esfuerzo,
será el niño que le mostrará el camino a todos los otros niños.
Para todos los emprendedores por ahí, reemplacen la palabra “niño” por “emprendimiento” y léanlo de nuevo.